Cómo aprovechar las bases de datos científicas para crear contenido experto
Un buen texto científico debe ser lingüísticamente correcto y comprensible para todos los lectores, pero sobre todo debe transmitir información verdadera y confiable. No es sorprendente que la investigación sea considerada una de las etapas más importantes del trabajo del redactor científico, específicamente del médico. ¿De qué fuentes debemos obtener información para asegurarnos de que esté en línea con el conocimiento médico actual? ¿Cómo podemos movernos rápida y eficientemente en el mundo de la investigación médica? No es tan fácil como se cree, pero se puede lograr.
¿Por qué es beneficioso utilizar textos científicos en tu trabajo?
¿Es posible basarse en la información encontrada en portales temáticos populares al escribir un artículo médico? Sin duda, esta opción es muy tentadora: después de todo, utilizar los primeros resultados de búsqueda es el método de investigación más fácil y rápido. Entonces, ¿por qué dedicar tiempo y energía adicionales a una selección más detallada de la información?
Escribir según la MBE (Medicina Basada en Evidencia) – beneficios para el redactor y el lector
Aunque la MBE, es decir, la medicina basada en evidencias o hechos, inicialmente se refería a la práctica médica, no hay nada que impida aplicar algunos principios de este enfoque también al trabajo del redactor médico. Se puede afirmar que los beneficios de tal acción son mutuos: no solo el lector se beneficia, sino también el propio autor del texto.
La principal ventaja que un redactor obtiene al utilizar publicaciones científicas es la oportunidad de autodesarrollo. Con el paso del tiempo, el creador mejora no solo sus habilidades literarias, sino también su nivel de conocimiento.
Esto se traduce tanto en una mejor selección de temas para textos posteriores como en una mayor fluidez en su creación. También es importante mencionar que la mayoría de las publicaciones científicas utilizan un vocabulario especializado, lo cual tiene un impacto positivo en las habilidades lingüísticas del redactor.
Además, el uso de fuentes científicas y la inclusión de la bibliografía utilizada permite al creador construir una imagen profesional ante los clientes.
Enfoque práctico para la creación de textos médicos
Las bases de datos científicas no son más que una colección de publicaciones científicas seleccionadas no solo en el campo de la medicina, sino también en otras disciplinas. Se diferencian entre sí en cuanto a su contenido, herramientas de búsqueda y el tipo de acceso. Entre las bases de datos científicas más populares en el campo de la medicina se encuentran Medline, MEDtube, Scopus y UpToDate.
Desafortunadamente, utilizar bases de datos puede resultar bastante tedioso. Para encontrar la información deseada, a veces es necesario buscar en varias fuentes y, además, la mayoría de las bases de datos son de pago. Entonces, ¿cómo podemos encontrar fácilmente las publicaciones que nos interesan? Es simple: solo tienes que utilizar un motor de búsqueda.
¿Cómo encontrar publicaciones científicas valiosas rápida y eficientemente?
Hablando de motores de búsqueda, obviamente no estamos hablando de Google, sino de motores de búsqueda especializados en investigación científica, que exploran bases de datos científicas, revistas en línea o libros electrónicos en busca de consultas específicas.
La mayoría de los motores de búsqueda científicos cuentan con un sistema avanzado de herramientas que permite ordenar los resultados encontrados según la fecha de publicación, el tipo de texto, la cantidad de citas o la relevancia del autor.
Entre los motores de búsqueda científicos más utilizados se incluyen:
- PubMed
- Google Scholar
Ambos motores de búsqueda son completamente gratuitos y su uso es sencillo e intuitivo. Solo tienes que ingresar la frase que te interesa en inglés y el sistema procesará los resultados para mostrar primero los más adecuados a nuestras necesidades.
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Tipos de textos científicos confiables
Es importante tener en cuenta que no todas las publicaciones científicas encontradas en un motor de búsqueda son confiables y completamente acordes con el estado actual del conocimiento. Por lo tanto, un elemento importante en la investigación del redactor médico es la selección de las publicaciones científicas utilizadas en función de su tipo.
El tipo de texto más comúnmente utilizado en las ciencias médicas incluye:
- Informe de caso – es un texto breve y conciso cuyo objetivo es presentar un caso clínico específico.
- Trabajo original – es una publicación que presenta los últimos hechos, observaciones o resultados de investigaciones experimentales, generalmente en el contexto del conocimiento ya disponible sobre un tema dado.
- Revisión sistemática – es una publicación que resume el estado actual del conocimiento y, al mismo tiempo, analiza todas las investigaciones científicas disponibles sobre un tema específico, utilizando las directrices de PRISMA.
- Metaanálisis – es una recopilación de publicaciones científicas en un campo específico, complementada con un análisis estadístico.
Entonces, ¿qué textos vale la pena aprovechar en el trabajo diario de un redactor especializado?
Los informes de casos y los trabajos originales son textos bastante subjetivos, y evaluar su fiabilidad requiere un amplio conocimiento del tema en cuestión, así como habilidades en metodología de investigación. Suponiendo que un redactor publicitario médico no tenga un conocimiento tan especializado, se recomienda omitir este tipo de publicaciones en la investigación.
Al crear textos médicos, es recomendable utilizar el conocimiento contenido en revisiones sistemáticas y metaanálisis. La información incluida en este tipo de publicaciones está seleccionada por especialistas en el campo, lo que proporciona confianza en su credibilidad y conformidad con el conocimiento médico actual.
Resumen
- Un redactor principiante puede sentirse un poco perdido en el mundo de las investigaciones científicas.
- Aunque moverse libremente en él requiere un poco de práctica, no es tan complicado como podría parecer.
- Vale la pena dedicar un poco de tiempo a practicar esta habilidad, ya que tiene un gran impacto en la calidad de los textos creados. Para ello, familiarizarse con buscadores científicos confiables será de gran ayuda.
- Si eres un redactor médico poco experimentado, evita los informes de casos y trabajos original, y en su lugar apóyate en revisiones sistemáticas y metaanálisis.
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